Yo necesito
una mano suave para mi mano,
un brazo que apoye mi cuerpo,
un rostro para mi sueño,
un alma tierna para mi corazón tristón,
un hombre para mi deseo,
pero dentro de mí no hay nada.

Mi corazón late,
tiembla.
En mi pecho tiembla mi corazón tristón,
el triste fin del sueño,
de añoranzas de la persona que se fue
cerrando la puerta sin decir,
hasta pronto, un beso, vuelvo más tarde.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Un abrazo lleno de amor

Chao pequeñita