Y de ello extraía por adelantado, un placer violento y secreto.
Aléxandros (Valerio Massimo)
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Somos como los que se sientan delante del vivaque en una noche invernal: su rostro está iluminado y su pecho es calentado por el fuego, pero a sus espaldas reina la oscuridad y el frío.
ESTA MARAVILLOSA DOCENTE VALLE CAUCANA RESCATO ESTE MAGNIFICO LEON DE UN CIRCO EN CONDICION MUY CRITICA, ENFERMO Y SIN ANIMO DE VIVIR . ELLA LO REHABILITO Y CURO; HOY EN DIA EL LEON VIVE EN EL REFUGIO QUE ELLA SOSTIENE Y EN DONDE TORTUGAS , LOROS ,MICOS ENTRE OTROS ANIMALES SE REPONEN DE LA CRUELDAD DEL SER MAS PELIGROSO Y BESTIAL DE LA FAZ DE LA TIERRA EL HOMBRE . PARA REVINDICACION DE LA RAZA HUMANA NACEN CRIATURAS CON UN ESPIRITU TAN NOBLE Y TIERNO COMO EL DE ESTA MARAVILOSA MUJER QUE TIENE EL PRIVILEGIO DE RECIBIR UN AUTENTICO UN MARAVILLOSO ABRAZO DE CUATRO PATAS. "LOS ANIMALES SON DE DIOS LA BESTIALIDAD ES HUMANA" VICTOR HUGO. ¿Cuántas veces te han dado un abrazo así?
Hoy es un día de mucha tristeza para mí. Lulú, una peludita que vi crecer y que me dio muchas alegría murió hoy. Muchas personas se preguntan por qué la muerte de una animalito puede afectar tanto a una personas. Ellos no lo entienden, pues no han tenido la felicidad de tener el mejor amigo y compañero que la vida puede darte. Ese animalito que a veces vemos con indiferencia es el ser con la capacidad de amarnos incondicionalmente, es aquel que nunca nos engaña, que nunca nos juzga, que siempre y honestamente se pone feliz de vernos o espera nuestro regreso con ansiedad. En mi vida he tenido muchos compañeros de esos, pues afortunadamente me enseñaron a cuidarlos, quererlos y respetarlos como seres que sienten y comparten nuestro paso por este mundo, llenándolo de ternura y lamiditas. Esa era Lulú, una pequeñita llena de ternura, alegría, una preciosa saltarina incansable. Ahora estará en el cielo, quienes van a merecerlo más que esos seres solo capaces de amar. Chao pequeñita, te vamo
Con el tiempo uno aprende a querer la soledad, uno aprende a dejar de luchar contra ella, pues en esa lucha, se cometen graves errores. Al aceptar la soledad, uno mismo se acepta y aunque hace falta la tormenta, se llega a apreciar la calma.
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