El Amor Estético II (Continuación)

En el amor estético no se espera nada realmente, por que este tipo de amantes son consumidos por la melancolía, en este estado se da la sensación de ausencia de algo que no se sabe que es, es por ello que siempre se está a la expectativa de algo mejor y se cae en lo inmediato, en picar de flor en flor buscando un ideal romántico que en nuestra época está marcado por la estética, por lo sensible, por lo que vemos en la televisión, la belleza física marca este romanticismo que acude a cupido a cada instante y se dan flechazos de los cuales se pierde todo interés rápidamente, el problema de un amor marcado por la belleza física es que se tiene consciencia de que ésta no es duradera y por eso se tiende al ideal inalcanzable que nos hace caer en la melancolía en un estado donde no se sabe realmente que es lo que pasa, y el esteta se convierte en un calculador que vive el momento, mantiene toda relación en lo bello del instante y, cuando esto no es posible, huye o encuentra la manera de salir de esta situación; porque realmente no se participa de lo que está pasando y esta falta de compromiso causa cierta serenidad ya que la melancolía en ocasiones es un estado deseable, de hecho muchas veces se mira la melancolía como algo bello y deseable pero en el fondo está la inmediatez y lo superfluo, el temor de lo profundo y de la firmeza de una relación estable, y es por eso que el melancólico teme hacerle daño a la amada y le dice todo el tiempo que teme hacerle daño y por eso se abandona en el instante. El melancólico despegado de todo contacto con las problemáticas del mundo y también ajeno a su realidad interior.
Así pues, el amante melancólico no puede amar realmente, sólo puede querer y abandonarse a los movimientos de la superficie del mar tomando por instantes todo lo que se le presenta como placentero y propicia el goce, pero esta vida, nos dice Kierkegaard, no deja más que estragos en la existencia, nos abandona a nosotros mismos ya que siempre se vive en lo exterior, y es por ello que se correo el peligro de caer en la desesperación y padecerla como unapatología insalvable, pero el que desespera tiene opciones y es propicio a poder saltar a un estadio, del que hablaré más adelante, que es el estadio Ético.
La emancipación obedece al abandono de algo, se abandona tanto del exterior como del interior, se priva de lo amado obedeciendo a lo inmediato, deja de lado todo aquello que puede permanecer en el tiempo, todo esto obedece a la caracterización del amor estético, es la caracterización del amor de nuestra época, de la forma como nos relacionamos con las otras personas, es la forma de relacionarse del hombre y la mujer, se abandona todo proceso a la belleza, al goce, a la pasión y cuando estos ya no son suficientes simplemente se emancipa y se busca siempre a cada instante un nuevo rumbo.

Ya es hora entonces de saltar a un estadio de existencia donde la frivolidad no nos consuma.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Un abrazo lleno de amor

Chao pequeñita